Alocución que Federico González Suárez Arzobispo de Quito, dirige al clero asi secular como regular de la Arquidiócesis, y a todos los Ecuatorianos de la República
Tipo de material:
- texto
- no mediado
- volumen
- FER1L006611-03
Tipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura topográfica | Copia número | Estado | Código de barras | |
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Biblioteca y Archivo de la CCE | FER2 | 291.177 G6431 | Ej.1 | Disponible | E0046611-03 | |
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Biblioteca y Archivo de la CCE | FER2 | 291.177 G6431 | Ej.2 | Disponible | E0048824 |
Enc. con otras alocuciones. Col. facticia. -- En el terminar de un año hay siempre algo de triste, como en el acabamiento de la vida humana: a la claridad del día, que, poco a poco, se va amortiguando, sigue la oscuridad de la noche, que invade a la tierr
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